Durante unas semanas he tenido el placer de poder disfrutar de un Surface Laptop para mi trabajo diario. El equipo de pruebas era la versión con el procesador Core i7 de 7ª generación, SSD de 256GB y 8GB de RAM.
Aunque las características del equipo son brutales, de primeras no era del todo de mi agrado. Para esto de los ordenadores soy un tanto clásico: para trabajar prefiero un sobremesa y, si tengo que usar un portátil, quiero que sea lo «más sobremesa posible». ¿Qué quiere decir esto? No acababa de entender las pantallas táctiles, me gusta contar con las máximas conexiones posibles por defecto, etc…
Mi portátil habitual es un Lenovo Z50-70. Ya tiene unos añitos, pero hasta ahora sigue comportándose bastante bien. Si lo comparaba de entrada con el Surface Laptop… digamos que el Surface Laptop y yo no empezábamos con buen pie. No tenía puerto ethernet, sólo un USB… bueno… empecemos a trabajar con él a ver que tal se comporta.
Lógicamente, lo primero que hice fue sacar el bicho de la caja y… espera un momento… la construcción en aluminio parece bastante sólida y, sin duda pesa bastante menos que mi portátil. Nada más abrirlo llega la segunda sorpresa, no todo en el Surface Laptop es aluminio… sino que también hay lugar para la Alcántara, en forma de recubrimiento del teclado.
De hecho dos de los grandes aciertos de este Surface Laptop están en este teclado:
- Por un lado el recubrimiento de alcántara, que elimina la sensación fría de las muñecas al escribir. Parece una tontería, pero es MUY confortable encender un portátil frío de aluminio y que, sin embargo, tus muñecas se posen sobre algo suave y cálido.
- La tecla de encendido/apagado NO está en la esquina superior derecha, justo encima de la tecla de borrar. Otra tontería, pero si alguna vez has tenido un teclado que tenga en la esquina la tecla de encender/apagar… me entenderás de sobra. No más apagones inesperados.
Otro de los detalles que me ha gustado en el teclado es la tecla Fn. ¿Qué puede tener de especial una tecla Fn? Pues que si la pulsas para hacer una acción rápida funciona de modificador en esa pulsación y listo. Pero tiene un comportamiento parecido al bloqueo de mayúsculas. Si la pulsas sin pulsar otra tecla, se enciende un pequeño LED y, a partir de ese momento, ya has cambiado todo el comportamiento de la fila superior de teclas.
Llegados a este punto, el equipo estaba ya encima de mi mesa y abierto. Monitor externo conectado por Display Port y Windows 10 terminando de realizar la configuración inicial. Me voy a propiedades del equipo y… Windows 10 S. En principio, todas las aplicaciones deberían instalarse a través de la tienda de Microsoft. Echo un ojo y… podía ser peor la cosa. Me pongo a instalar Telegram, Tweet It!, Nextgen Reader, Kodi, uBlock Origin para Edge, Trello…
La experiencia no es del todo mala… pero tampoco es lo que yo necesito en mi día a día. Aplicaciones como Atom, Bitvise SSH Client o KeePass no están hasta ahora en la tienda de Microsoft. Afortunadamente la actualización de Windows 10 S a Windows 10 Pro es gratuita hasta Abril de 2018. El proceso no me tardó más de 45 segundos y todo empezó a funcionar como un Windows “normal”.
Lo siguiente que llama la atención es la pantalla táctil de 10 puntos, con una relación de aspecto 3:2 y una resolución 2256×1504px. Esa relación de aspecto parece empezar a estar de moda en algunos dispositivos y tengo que decir que no me disgusta para nada la verdad, de hecho en apenas un par de días la empecé a dar por muy buena. Sólo me resultó extraño cuando aparecieron unas franjas negras al ver un par de capítulos de alguna serie… cosa normal, si tenemos en cuenta que el contenido estaba a 16:9.
Para aprovechar la pantalla como se merece existe un Surface Pen que, resumiendo, es una maravilla. Al ser un portátil completo (no se pueden separar pantalla y teclado) partimos de la base de que no se puede aprovechar al 100% esta característica… pero los resultados no me han disgustado del todo. En un par de reuniones hice unas capturas de pantalla y pude añadir por encima unas notas sin dificultad. De hecho, en cuanto detecta que estás usando el lápiz, ignora totalmente las posibles pulsaciones que hace tu mano al tocar la pantalla.
Estoy dejando un poco a propósito para el final temas como el sonido y la batería. Lo voy a resumir de esta forma: me olvidé de estar usando un portátil.
El sonido es mucho mejor que otros portátiles que he probado. Un sonido con potencia y muy bien equilibrado, nada de graves metálicos ni cosas por el estilo.
La batería… no puedo decir cuanto podría llegar a durar aprovechando al 100% porque nunca me puse a ello, pero si puedo decir que más de una mañana entera de reuniones ha aguantado sin ningún problema… y con algo de batería de sobra. Casi me olvido de comentar que el conector de alimentación es magnético, es decir, si tropiezas con el cable se desconecta sin transmitir ningún tirón al equipo.
Veredicto final
Es un gran equipo… por un gran precio. Durante años siempre se decía que Microsoft sabía hacer muy buen hardware pero fallaba en el software. Desde hace un tiempo uso Windows 10 a diario, después de abandonar mi iMac con OSX, y la verdad no me arrepiento del cambio. Con este equipo Microsoft me ha demostrado que es capaz de tener un software y un hardware que van a la par.
Potencia más que sobrante, una batería que nunca me ha dejado tirado, una pantalla extraordinaria, sonido espectacular, detalles por todos lados (teclado en alcántara, comportamiento del botón Fn, nada de ruido, conector del cargador magnético, etc..), una construcción sólida… todo esto metido en 13.5", menos de 1,5cm de alto y menos de 1300gr de peso.
Desde mi punto de vista el precio está más que justificado si sabes el equipo que te estás llevando a casa… aunque si volvéis al principio de este análisis, las primeras impresiones no acababan de convencerme.