Pebble/Fitbit
Hace ya casi un par de semanas (joder, como pasa el tiempo) Pebble anunciaba que Fitbit los compraba. La operación se parecía mucho a una de esas compras de talento que tanto abundan (comprar una empresa para atraer forzosamente el capital humano a la tuya) pero con un pequeño detalle: Pebble dejaba de existir. (Por si tenéis curiosidad sobre los motivos que llevaron a la venta, aquí los cuenta el propio CEO)
Ya no se vendían más relojes Pebble, ya no se les daría soporte de ningún tipo e incluso llegabas a perder la garantía que tuvieses vigente. De hecho si habías realizado algún pedido en la tienda oficial y aún no lo habías recibido podías olvidarte de hacerlo en un futuro. Lo que es aún más importante: si habías contribuido a la campaña de Kickstarter y aún no habías recibido tu producto… olvídate de recibirlo algún día. Al menos te devolvían el dinero que hubieses pagado (tienda) o hubieses aportado (Kickstarter).
El caso es que una semana después del anuncio de la compra, se publicó una entrada en el blog de desarrolladores detallando como sería el futuro. La solución no es del todo mala: hasta 2018 el servicio seguirá medianamente funcionando, se irá actualizando el software para hacerlo cada vez menos dependiente de los servicios de Pebble en la nube y se buscarán soluciones para los componente de terceros.
Aunque en el comunicado de la venta dijeron que los relojes no iban a dejar de funcionar inmediatamente esto es un paso más allá. Aún queda saber que pasará con la garantía de los dispositivos vendidos, es decir, si finalmente se quedan todos sin ella. Pero bueno, podría haber sido peor y dentro de lo malo no han sido lo peor posible.
Evernote
Por otro lado tenemos a los amigos de Evernote, ese servicio que no hace tanto era de las primeras apps que instalaba en mi móvil y a día de hoy llevo meses sin entrar. En principio el negocio de Evernote es muy simple: tú subes tus notas y Evernote te ayuda a organizarlas y/o hace magias (búsqueda en pdf, historial de cambios…) con ellas. Como usuario gratuito tienes ciertos límites (no puedes crear notas más allá de 60MB al mes por ejemplo) y como usuario de pago puedes ampliar esos límites o activar características que no están disponibles en el plan gratuito.
El caso es que deben estar trabajando en nuevas características que requieren un poco de machine learning para que funcione como debe. El problema del machine learning es que por un lado lo tienes que ir entrenando poco a poco y, por otro lado, tienes que ir comprobando que lo que aprende se puede aplicar a contenido existente y creado sin pensar en lo que has desarrollado (que tu software se adapte a los datos en lugar de adaptar los datos al software).
Llegados a este punto dijeron: «Bueno… pues pillamos notas existentes en la plataforma, actualizamos la política de privacidad y listo». Y publicaron un aviso de cambios en la política de privacidad. Pero algo no gustó a los usuarios. Gracias a la nueva política de privacidad estabas autorizando a los empleados de Evernote a curiosear en tus notas. Realmente no debería ser algo que hiciesen por aburrimiento, sino que estaba enfocado a comprobar que los algoritmos funcionasen como deben en entornos reales.
Como era de suponer la noticia no hizo mucha gracia… a internet en general, no sólo a los usuarios de Evernote. El enfado ha debido ser un poco importante, porque al final han decidido no introducir algunos de los cambios que se iban a introducir en la política de privacidad. En caso de que aún sigáis utilizando Evernote igual os viene bien echar un ojo a este enlace.
Lo más triste, es que los amigos de Pebble, van a tener a los «compradores» de kickstarter sin producto, y lo más importante, sin dinero hasta el próximo marzo, cuando calculan harán la devolución. Lamentable.
Realmente hay algo todavía peor. Pebble es/fue uno de los máximos exponentes de donde podía llegar algo lanzando en Kickstarter pero resulta que con lo que habían recaudado no era suficiente para mantener la compañía a flote (esto se podría hablar más a fondo pero el resumen era que no había dinero suficiente).
Entonces:
¿Qué motivos tengo para apoyar un proyecto en Kickstarter?
Si estos que eran grandes han fallado de esta forma ¿qué harán otros más pequeños?
Ya no es sólo el tema de si han gestionado la empresa mejor o peor, sino la imagen que dan al mundo de otros proyectos similares.