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Vamos a contar una historia que empieza allá por 2007, año del lanzamiento del primer iPhone. época en la que casi el 40% de los smartphones de EEUU funcionaban con Windows Mobile y Nokia dominaba el mercado mundial de Smartphones gracias a Symbian. Pero pronto las cosas empezaron a cambiar y hubo que aprender a adaptarse.

Aquel primer iPhone tenía pequeños problemas con la conectividad (no contaba con tecnología 3G) y las únicas aplicaciones con las que podías contar oficialmente eran las que traía según lo sacabas de la caja. Aún así tenía algo que cambió la industria para siempre: una pantalla capacitiva unida a una interfaz tamaño dedo. Por primera vez no era necesario hacer fuerza (pantalla capacitiva en lugar de resistiva) para marcar una pulsación en la pantalla de tu smartphone y los elementos de la interfaz no necesitaban una gran precisión para ser pulsados.

El fin de Windows Mobile

Durante el MWC 3GSM World Congress de 2007 se lanzó la versión 6 del sistema operativo Windows Mobile. Incluía grandes novedades como el soporte nativo para ficheros de Office 2007 (los famosos .docx, .xlsx y .pptx), soporte para correo en HTML, soporte para Exchange 2007… todo parecía que el reino en el terreno de los smartphone corporativos iba a seguir su curso del mismo modo que hasta ahora. De hecho el iPhone se había presentado hacía apenas unas semanas, pero no estaría disponible hasta el verano, así que en principio no suponía un rival.

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Intentando hacer la interfaz cada vez un poco más *finger friendly*, especialmente las capas de fabricante.

Pero lo supuso, vaya si lo supuso. No hay más que ver la evolución de la pantalla de inicio de las primeras versiones de Windows Mobile hasta Windows Mobile 6.5. Algunos fabricantes, como HTC con su TouchFLO 3D, no quisieron esperar y empezaron a hacer esos cambios por su cuenta. El tamaño de los elementos crecía para hacer los stylus cada vez más innecesarios. Podría parecer un cambio tonto, pero es que la mentalidad del consumidor había cambiado. Muchísimo.

Windows Phone 7

Fue presentado en febrero de 2010 (durante el MWC) y a finales de Octubre de ese mismo año empezaron a venderse terminales de HTC, Dell, Samsung, y LG con este nuevo Sistema Operativo. HP, tradicional aliado de Microsoft en la época de Windows Mobile, decidió que su línea de smartphone pasaría a funcionar bajo su recientemente adquirido WebOS.

Supuso la verdadera ruptura con Windows Mobile puesto que significó 2 cosas: Windows Mobile 7 nunca llegó a existir y no era posible ejecutar las aplicaciones de Windows Mobile en este nuevo Sistema Operativo. Ya no se trataba de una interfaz un poco más finger friendly, se trataba de un cambio profundo, incluso de mentalidad. En palabras de Charlie Kindel se había empezado casi desde cero para enfocarse en la experiencia de usuario. Como ésta había cambiado, también lo deberían hacer las herramientas de desarrollo para ser capaces de adaptarse a esta nueva forma de crear aplicaciones para móviles.

Fue una versión duramente criticada desde sus inicios. Nos encontrábamos a finales de 2010 y este nuevo sistema operativo no tenía gestor de ficheros; tampoco era posible utilizar ActiveSync para sincronizar el móvil con nuestro Outlook de escritorio (recordemos, Microsoft y los entornos corporativos); la lista de llamadas se había unificado y ya no permitía hacer filtrados entre llamadas perdidas, atendidas o enviadas; tampoco era posible algo tan sencillo como copiar, cortar y pegar… Para colmo, la nueva interfaz basada en tiles era considerada por muchos demasiado infantil para el terreno corporativo.

Pero no todo fueron malas noticias. Microsoft aprovechó su experiencia con Windows Mobile y empezó a tomar medidas para evitar la fragmentación, tanto de dispositivos como de versiones del sistema. La filosofía de Windows Mobile era un poco la filosofía de Windows en el aspecto de que cada fabricante elegía los componentes que creía más convenientes para cada terminal que lanzaba. Existían varias familias de procesadores distintas, múltiples resoluciones de pantalla, terminales con teclados físicos o sólo virtuales, no existía un consenso del número de teclas físicas que debería llevar un dispositivo…

Si querías fabricar un dispositivo con Windows Phone 7 tenía que cumplir una serie de requisitos de hardware, desde la resolución o tipo de pantalla a utilizar, el tipo de procesador, una cantidad mínima de RAM, un cierto número de sensores, botones físicos… Con esto intentaban evitar los problemas del mundo Android donde quedas a merced del fabricante del terminal en cuanto actualizaciones, de hecho podían forzar la actualización de un dispositivo mediante el software de escritorio. Para rematar, tampoco cedieron demasiado a la hora de instalar la diversa basura habitual por parte de operadores y/o fabricantes.

Por otro lado, desde el punto de vista del desarrollo de aplicaciones se empezaron a dar los primeros pasos hacia un desarrollo un poco unificado. Gracias al soporte de Silverlight no era demasiado complicado portar una aplicación de Windows Phone 7 y hacerla funcionar en un ordenador con Windows. Existieron 2 grandes actualizaciones: Windows Phone 7.5 (permitió rebajar los requisitos de hardware, nuevo navegador de internet…) y Windows Phone 7.8 que trajo algunas de las características de Windows Phone 8… y siendo sincero, la verdad que disfruté bastante de mi Lumia 800 con Windows Phone 7.8.

Windows Phone 8

Presentado en Junio de 2012 y lanzado a finales de Octubre del mismo año con terminales fabricados por Nokia, HTC, Samsung y Huawei. Hacía justamente 2 años que Windows Phone 7 se había lanzado, rompiendo con todo lo anterior y… de nuevo hay una ruptura con lo anterior. Esta vez sería imposible actualizar los dispositivos Windows Phone 7 a Windows Phone 8 (de ahí la existencia de Windows Phone 7.8), pero la compatibilidad de aplicaciones entre las dos versiones del sistema era mucho más sencilla. El nuevo sistema era compatible con las aplicaciones anteriores, pero las nuevas aplicaciones creadas para Windows Phone 8 deberían crear diferentes paquetes desde el SDK de la plataforma, Visual Studio, si el desarrollador buscaba esa retrocompatibilidad.

Esta vez el cambio era bastante más profundo que el anterior. No se quedaba en cambiar las herramientas que permitían crear las aplicaciones, sino que se trataba de un cambio del kernel del sistema, pasando de la arquitectura basada en Windows CE que se usaba en Windows Phone 7 a un kernel Windows NT, el mismo que se utilizaba en Windows 8 de escritorio. Hecho que quedaba más que patente al descubrir que ambos sistemas (Windows 8 y Windows Phone 8) compartían bastantes componentes.
La lista de novedades fue realmente grande. Se añadió soporte a 3 nuevas resoluciones de pantalla (1280×768, 1280×720 y 1920×1080) y la pantalla de inicio se rediseño con soporte a nuevos tamaños de baldosas; se añadió el soporte a procesadores multinúcleo y NFC; se mejoró el soporte para almacenamiento extraible, se mejoró el sistema de ficheros, se añadió compatibilidad con NTFS y ahora era posible utilizar el cifrado Bitlocker; la apliación de teléfono permitía el uso de servicios VoIP directamente; se mejoraron las funciones de red junto a las características de seguridad, así como el soporte a gráficos y multimedia; la multitarea era ahora real permitiendo que una aplicación funcionase en segundo plano; el navegador pasaba a ser Internet Explorer 10 con una grandes mejoras en la seguridad y el rendimiento en JavaScript y HTML5; en el plano empresarial el departamento de IT podía gestionar el dispositivo y distribuir directamente aplicaciones sin pasar por la tienda oficial… por si fuese poco, todos los dispositivos Windows Phone 8 recibirían actualizaciones de software durante, al menos, 36 meses después de su lanzamiento.

Microsoft seguía apostando por imponer una serie de requisitos a los fabricantes que querían incorporar Windows Phone 8 en sus dispositivos. Podían elegir entre un Snapdragon S4 o un Snapdragon 800 para la CPU, el puerto jack 3.5 era obligatorio, al menos deberían incorporar 4GB de memoria interna, había una serie de sensores mínimos (acelerómetro, sensor de proximidad y sensor de luz ambiente) con los que debía contar el cacharro… Si pretendían cumplir la promesa de dar soporte de software durante al menos 3 años era mucho más sencillo cuanto más homogeneas fuesen las características. Un apartado digno de mención era la cantidad mínima de RAM, obligando a montar 1GB de RAM en pantallas mayores de 480×800 para asegurar una experiencia mínima de usuario.

Mirando con la perspectiva que ofrece el tiempo esta versión de Windows Phone fue, quizá, la más determinante para el futuro de toda la plataforma Windows. Dejar en el pasado la arquitectura basada en Windows CE para pasar a utilizar el mismo núcleo que se utilizaba en las versiones del sistema operativo de escritorio supuso un gran salto. Por primera vez era tremendamente sencillo portar una aplicación del escritorio al móvil. Incluso la interfaz no requería demasiados ajustes, puesto que Windows 8 de escritorio se empezaban a dar las primeras pinceladas a una interfaz de usuario universal con Metro UI.

Windows Phone 8.1

Para esta nueva versión se abandonó el hábito de realizar la presentación durante el MWC y se presentó durante la conferencia para desarrolladores Microsoft Build de 2014, pasó a estar disponible para el público general a mediaddos de Julio de ese mismo año. Por primera vez en mucho tiempo el lanzamiento de una versión de Windows Phone no suponía la ruptura con nada de lo anterior, es más, todos los dispositivos con Windows Phone 8 pudieron ser actualizados a Windows Phone 8.1.

Los impacientes que no se podían esperar a Julio tuvieron la opción de actualizar sus terminales bajo el programa Preview for Developers (iniciado en Windows Phone 8 Update 3) que les permitía recibir versiones completas del sistema operativo antes de su lanzamiento oficial, sin invalidad la garantía y pudiendo actualizar a la versión final lanzada por su operador.

Aunque por el nombre (8.1) pudiera parecer una actualización menor la verdad que no lo fue en absoluto. Cortana (el asistente virtual de Microsoft) llegó para quedarse, el nuevo Internet Explorer 11 cada vez era más parecido a su hermano mayor de escritorio, los desarrolladores pudieron crear por primera vez aplicaciones universales capaces de compartir casi todo el código entre móvil y PC a excepción de la interfaz, la multitarea siguió mejorando notablemente, se incluyó Action Center para manejar todas las notificaciones del dispositivo, se añadió un nuevo teclado (Word Flow), se incluyó soporte para gestores de archivos (oficiales y de terceros)…

A pesar de todas las novedades introducidas en Windows Phone 8.1, eso no fue lo más importante para Microsoft. El 25 de Abril de 2014 Microsoft finalizaba la compra de las divisiones de dispositivos y servicios a Nokia, convirtiéndose así en uno de los pocos fabricantes de dispositivos y software en el panorama de la telefonía móvil.

Una de las novedades de Windows Phone 8.1 fue el soporte a las familias de procesadores Qualcomm Snapdragon S4, Snapdragon 200, Snapdragon 400, y Snapdragon 800. Windows Phone siempre ha funcionaod de un modo bastante fluído sin necesitar grandes recursos (Lumia 830 y iPhone 6 funcionaban muy ligeros con 1GB de RAM cuando en Android eran características de terminales de gama baja/media) así que lo aprovecharon lanzando terminales que ofrecían una experiencia de usuario más que aceptable a precios bastante económicos como las familias Lumia 53X, 540, 63X y 640.

No fue el único requisito de hardware que sufrió cambios. Los botones inferiores (atrás, inicio y buscar) ya no tenían la obligación de ser físicos y podían ser incluidos como parte de la interfaz (al estilo de Android). Tampoco era obligatorio un botón físico para la cámara. Gracias a este relajamiento en los requisitos algunos fabricantes se animaros a lanzar versiones de sus terminales en sabores con Android y Windows Phone (HTC M8 por ejemplo). Otros fueron un paso más allá y se aliaron con Microsoft para que el usuario pudiese instalar el sistema operativo que más le conveniese.

Windows 10 Mobile

Finalmente llegamos al día de hoy, con la última evolución de este sistema operativo lanzado oficialmente el 20 de noviembre de 2015, pero que lleva un poco más de tiempo entre nosotros. Fue el 12 de febrero de 2015 cuando se anunció su disponibilidad en el programa Windows Insider para algunos dispositivos que ya utilizaban Windows Phone 8.1. Gracias a este programa ya no te limitabas a probar versiones finales un poco antes de tiempo como en el caso de Preview for Developers, sino que podías ir viendo como, poco a poco (dependiendo de la frecuencia de actualizaciones que hubieses seleccionado), el sistema iba dando pequeños pasos.

Como digo ha sido, hasta ahora, el último de una serie de pasos dados por Microsoft en los últimos años con un objetivo claro: hacer de Windows 10 una plataforma unificada. A día de hoy la versión de Windows para móviles y para escritorio funcionan bajo el mismo núcleo, compartiendo sistema de ficheros, elementos de seguridad, motor gráfico, estructura de drivers, capa de abstracción de hardware… incluso aplicaciones y licencias de las mismas gracias a una tienda universal.

Se añadió la sincronización de notificaciones entre dispositivos, se mejoró la compatibilidad de aplicaciones universales, se siguieron mejorando la pantalla de inicio y el teclado, se mejoró la usabilidad a una mano para dispostivos con pantallas grandes, la aplicación de cámara se adaptó a la interfaz de la antigua Lumia Camera… la lista de mejoras era larga y centrada en elementos de uso diario, cosas que ayudaban a mejorar tu productividad.

Sin embargo la gran mejora fue Continuum, que nos permite usar nuestro teléfono como si se tratase de un ordenador con tan sólo conectarlo a una pantalla (vía cable HDMI o receptor Miracast). ¿Magia? No. ¿Recordáis eso de las aplicaciones universales que tanto hemos hablado? Eran aplicaciones que compartían casi todo el código entre un ordenador y el móvil, pero cambiaba la interfaz. Pues bien, al conectar el móvil a una pantalla externa se ejecuta la aplicación de siempre pero, en este caso, la interfaz que vemos es la interfaz de escritorio en lugar de la interfaz del móvil estirada. No se trata de tener Photoshop en el móvil (a menos a día de hoy), pero si de poder utilizar un cliente de correo, office, navegador web, redes sociales…

Creedme cuando os digo que Windows 10 cada vez es una plataforma más unificada, puesto que he vivido los cambios de Windows Phone 8.1 a Windows 10 en primera persona. Microsoft tuvo la insensatez (me dieron muchas ganas de no devolverlo!) de cederme un Lumia 830 durante un período de tiempo bastante largo, 6 meses. Por si fuese poco me dieron la oportunidad de participar en el programa Windows Insider para ser testigo de como Windows 10 Mobile iba tomando forma. Ha sido una de mis mejores experiencias con un móvil en mucho tiempo.

Detalles como el puntito entre la Z y la X que te desplazarte por el texto, ver como build a build el centro de configuración cada vez se iba pareciendo más al Windows de escritorio, sentirse escuchado en los foros donde los Insiders publicábamos problemas y sugerencias que sucedían en el día a día… la suma de todos esos detalles me hicieron ver como Microsoft no habla a la ligera cuando hablar de una plataforma unificada.

El futuro

Justo la semana pasada tuvo lugar el evento anual para desarrolladores de Microsoft (Build 2016) y mucha gente empezó a levantar voces de alarma porque casi no se mencionaba a Windows 10 Mobile en ninguna de las conferencias. Hasta algún responsable de Microsoft reconoció que este año la parte móvil no es su máxima prioridad. Si a eso le sumas que los terminales con Windows Phone nunca han terminado de ser grandes éxitos de ventas… la polémica estaba servida. Y las voces de alarma tenían razón, pero solo en parte.

Recordemos, una vez más, que Windows 10 es el primer ejemplo real (al menos que yo conozca) de una plataforma unificada. Un mismo sistema para dispositivos IoT, móviles, tablets, videoconsolas, portátiles, sobremesas… Así que por un lado las voces de alarma no tienen razón al decir que no se han presentado novedades para Windows Phone. Sin ir más lejos se ha facilitado muchísimo el convertir un aplicación normal (Win32 y .NET) de Windows en aplicación universal. Las novedades en Cortana, Skype, etc… también serán parte de Windows 10 Mobile. La plataforma de bots sirve para todo… literalmente. Así que novedades hubo.

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Por otro lado, Microsoft se ha dado cuenta que lo realmente complicado (y a la vez lo más provechoso) es atraer a los desarrolladores a tu plataforma. Vale que Build es el evento anual para desarrolladores, pero durante la semana pasada se encargaron de repartir mimos para TODOS los desarrolladores. No importa si quieres crear una aplicación para Windows, un bot para Telegram, un videojuego para PC/Consola (por cierto! inicios de compatibilidad entre juegos para Xbox One y PC!), una app para iOS o Android… Tampoco importa si lo que necesitas son máquinas para hacer funcionar los servicios de tu aplicación. Microsoft puede ayudar a todos estos tipos de desarrolladores.

En Microsoft son más que conscientes de que si quieres llegar a millones de usuarios de pantallas entre 9" y 30" son una de las mejores opciones, pero no son la mejor opción si quieres llegar a los usuarios de pantallas más pequeñas. Nosotros tenemos que ser conscientes de que Microsoft es de las pocas empresas que puede jugar una estrategia a largo plazo en este terreno al no depender de los ingresos provenientes del móvil para sobrevivir.

Desde Microsoft han sido capaces de crear un sistema unificado en el que, independientemente del dispositivo, se comparte la tienda de aplicaciones y la plataforma de desarrollo. Cuando se lanzó la Surface original poca gente entendía eso de un ordenador que realmente es una tablet con teclado. A día de hoy no es que sea algo común, es que hasta Apple ha creado un teclado específico para su tableta (aunque este teclado solo cuente con una configuración de teclas para todo el mundo). Quizá en un par de años Continuum, que la aplicación de tu móvil se adapte a la pantalla que utilices en ese momento, sea tan habitual como lo es hoy un teclado para una tablet.